Y, por fin, queridos
lectores, nosotros nos paramos a escucharles, algo que deberíamos hacer más a
menudo, no sólo para preocuparnos por su bienestar sino también para aprender
de ellos. El sentido común para resolver problemas que tiene un niño resulta,
muchas veces, difícil encontrarlo en un
adulto, os lo aseguro. Haced la prueba
si tenéis ocasión y os sorprenderéis positivamente.
¡Volvamos al
tema! El pasado jueves tuve el honor de
asistir a la celebración del día internacional de los derechos del niño en la Facultad
de Ciencias de la Educación y el Deporte de Pontevedra, dentro de
las actividades de la Comisión PEA-UNESCO de la misma. Invitada
por su principal organizador, el profesor
y doctor Jorge Soto Carballo, -un hombre que
te contagia de manera virulenta y sin posibilidad de antídoto el entusiasmo que
siente por su trabajo-, acudí al evento encantada. Todo lo que sea echar una
mano en favor de los niños que sufren es bienvenido en mi agenda porque, por
desgracia, nunca es suficiente.
Si queréis seguir leyendo el artículo, publicado en el Diario Digital Pontevedra Viva, pinchando AQUÍ.
¡Besos, abrazos y carantoñas!
Sylvie Tartán.