Queridos
lectores, una de mis actividades preferidas en verano, aparte de contar los
días que quedan para el invierno –no es broma-, son las cenas al aire libre.
Beber, comer y departir con los amigos sin un techo sobre el que guarecerse es
sin duda uno de los placeres estivales más cotizados. Y si todo esto se hace en
Novavila, el hotel que eleva el movimiento “rural-chic”
a la máxima potencia y hace del Albariño una filosofía de vida y un modo de ser,
la cosa se pone seria y se convierte en uno de los lujos accesibles e
imprescindibles de nuestras queridas
Rías Baixas.
... os sigo contando en el diario digital Pontevedra Viva si pincháis aquí.
¡Muchas gracias y muchos besos!
Sylvie Tartán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario